Género: Paranormal / Fantástico
Serie: 2º- Imperia
Título original: The Pleasure Slave
Editorial original: Harlequin / Febrero 2005
Editorial original: Harlequin / Febrero 2005
En otro mundo, distinto al nuestro, Tristan de Imperia era un notable guerrero y, sobre todo, un seductor impenitente, no había mujer que después de estar ante su presencia no quisiera llevárselo a la cama. Pero cometió un terrible error, se acostó con la mujer equivocada y después de desdeñarla como hacía con todas sus anteriores amantes ésta lo maldijo a convertirse en su esclavo sexual para siempre recluyéndolo en una cajita cuando no le era menester.Esta acción no gustó a los superiores de Zirra y, como castigo, lanzaron la cajita en otro de los muchos mundos allí conocidos... Y aquí empieza la historia de Tristan y Julia , mujer tímida en donde las haya, y una notable coleccionista de antigüedades. Así cae la cajita en manos de la protagonista, en una de sus pesquisas de antigüedades para su tienda, aunque el hecho de encontrarse ama y señora de un poderoso guerrero sexualmente irresistible no era precisamente una de sus principales prioridades...
Me esperaba más de Gena Showalter,
sinceramente, sobre todo después de haber leído algunos de los libros de Los
Señores del Inframundo. No una casi copia de “Un amante de ensueño”, perteneciente
a la serie de los “Darkhunter”, de Sherrilyn Kenyon. Porque esto es lo que es
esta segunda entrega de la serie
“Imperia”, una copia descarada.
Sí,
los nombres de los personajes y las circunstancias que les rodean son
distintas, pero ahí acaba la diferencia, mínima, entre las dos novelas. Porque
en ambas nos encontramos con un guerrero orgulloso que durante siglos ha sido
obligado a servir como esclavo sexual de las poseedoras de cierto objeto; ambos
han sido humillados y maltratados por las perversas amas que los han tratado
como a objetos (buh, bienvenidos al club, las mujeres llevamos milenios
sintiéndonos así); ambos se encuentran con una mujer inadaptada socialmente
incapaz de establecer relaciones y cargadas de traumas; y ambos son
sorprendentemente tratados como seres humanos por estas mujeres gracias a las
que recobran la fe en la humanidad y encuentran el amor verdadero.
Me ha
defraudado, y mucho, porque alguien con la imaginación de Gena Showalter podría
haber encontrado otro camino por recorrer con sus personajes, distinto al que
ya había explorado Sherrilyn Kenyon, en lugar de limitarse a cambiar lo
circunstancial (una historia bastante sosa, la verdad) y mantener el recorrido
psicológico de los personajes de “Un amante de ensueño”.
Sólo
apto para fans de la autora y para aquellas personas que no hayan leído la
precuela de los Darkhunter.
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