miércoles, 14 de noviembre de 2012

CARICIAS DE HIELO de Nalini Singh


Editorial: Random House Mondadori, Narrativa Femenina / Octubre 2011 
Género: Ciencia Ficción / Futurista
Serie: 3º - Psi/Cambiantes 
Título original: Caressed by ice
Editorial original: Berkley / Septiembre 2007 


Él, un psi adiestrado para no tener sentimientos; Ella, una cambiante que cree haber perdido lo mejor de su naturaleza. Pero están destinados a encontrarse. Como Flecha, un soldado de élite del Consejo de los Psi, Judd Lauren fue obligado a hacer cosas terribles en nombre de su pueblo. Cuando fue sentenciado, huyó y se refugió entre los que hasta entonces habían sido sus enemigos: el clan de los SnowDancer, mitad humanos, mitad lobos. Y desde entonces, las cosuras dotes de Judd le han convertido en el asesino más letal de todos: frío, despiadado, insensible. Hasta que conoce a Brenna… Brenna Shane Kincaid era una joven inocente hasta que fue secuestrada —y su mente violada— por un asesino en serie (el asesino de La noche del cazador). Aunque ha podido recuperarse, ahora no puede transformarse en lobo y, además, su sentido de la maldad es tan profundo que teme poder convertirse ella misma en una asesina. Entonces es hallado el cadáver de un miembro del clan y las pesadillas comienzan de nuevo... y Judd es su única esperanza. Aunque el lado cambiante y sensual de Brenna se rebela contra la gélida personalidad de Judd, la caza de un nuevo asesino les acercará, y entre ellos nacerá un profundo deseo que amenazará no sólo sus corazones, sino sus mismas vidas...



En la Tierra futura que nos presenta Nlini Singh, tres razas humanoides conviven en ella.
Por un lado, los humanos, que son eso, humanos.
Después están los Psi, una raza con poderes mentales evolucionada de la humanidad y que son incapaces de sentir emociones. Desde su mismo nacimiento, los integrantes de esta raza son sometidos al Silencio, una doctrina mental que les obliga a enterrar las emociones en lo más profundo de su mente. No ríen, no lloran, no sueñan, no odian… no aman.
Y por último, los cambiantes, ¿humanos que pueden transformarse en bestias, o bestias que pueden transformarse en humanos? Son emocionales, agresivos, territoriales. Todo lo contrario a los Psi. Expresan sus emociones sin ningún tipo de tapujo, les gusta abrazarse, demostrarse el cariño y son altamente sexuales.
En las dos anteriores novelas de esta saga, ellas eran Psi con unos poderes directamente conectados a las emociones, por eso no cuesta nada creerse que acabarán cediendo a los avances de sus dos respectivos cambiantes que las han reclamado como compañeras. Pero en esta, es totalmente diferente.
Él, Judd Laurens, es un Psi. También es un soldado, acostumbrado a mantener bien altas las barreras conseguidas con la disciplina del Silencio, sobre todo porque sus poderes son muy inestables y sabe que si pierde el control sobre ellos hará daño a mucha gente, incluido a su familia.
Ella, Brenna, una cambiante cuya mente fue violada por un Psi, es un revoltijo de emociones contradictorias. Necesita, desea y ama a Judd aunque su animal interno no lo haya reclamado como compañero. Él es el único en quien confía totalmente, contándole incluso cosas de su cautiverio que no ha sido capaz de contar a nadie más. Pero Judd no puede darle lo que tanto necesita. Y aunque  no puede darle el contacto físico que la consolaría, es el único que mantiene a raya sus demonios.
Para Judd, Brenna significa una rotura en su disciplina del Silencio. Su mera presencia hace que la muralla se resquebraje, que las barreras del control mental que tanto necesita caigan una a una hasta que las emociones se abran paso. Y si eso ocurre, si deja que la pasión y el amor afloren, su mente se romperá, y liberará, sin quererlo, los poderes que tan cuidadosamente mantiene bajo control, causando destrozos inimaginables.
Un amor que parece a todas luces imposible, narrado paso a paso por la magistral pluma de Nalini Singh, que consigue que vivamos cada momento con emoción intensa. Nos envuelve en el aura de desesperación de Brenna y en su necesidad pura y dura; en la impoluta frialdad rota de Judd, en su lucha por mantener el control. Pasas miedo porque parece que esta vez el amor no logrará ganar, que las dificultades y las diferencias entre ellos serán insalvables, porque no hay un atisbo de esperanza en ninguna de las páginas. Lees palabra tras palabra con el corazón encogido, necesitando que la autora te dé alguna expectativa positiva, algún indicio de un final feliz.
Dicen de la esperanza que es una puta, pero la falta de ella es demasiado sobrecogedor, incluso para una simple novela romántica.  Precisamente por eso conforme avanzan las paginas te haces una pregunta temiendo la respuesta: ¿De qué manera conseguirá la autora que los dos protagonistas acaben juntos? ¿Lo hará de una forma paulatina para que no parezca una solución burda y artificial, salvando así la novela? ¿O se sacará un estúpido as de la manga del que no has oído hablar en ningún momento, estropeando así el excelente trabajo hecho hasta el momento? Bueno, si fuese ese último el caso, desde luego no os lo diré… leedla y comprobadlo por vosotras mismas.

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