Editorial: Random House Mondadori, Narrativa Femenina / Octubre 2011
Género: Ciencia Ficción / Futurista
Serie: 3º - Psi/Cambiantes
Título original: Caressed by ice
Editorial original: Berkley / Septiembre 2007
Él, un psi adiestrado para no tener sentimientos; Ella, una cambiante que cree haber perdido lo mejor de su naturaleza. Pero están destinados a encontrarse. Como Flecha, un soldado de élite del Consejo de los Psi, Judd Lauren fue obligado a hacer cosas terribles en nombre de su pueblo. Cuando fue sentenciado, huyó y se refugió entre los que hasta entonces habían sido sus enemigos: el clan de los SnowDancer, mitad humanos, mitad lobos. Y desde entonces, las cosuras dotes de Judd le han convertido en el asesino más letal de todos: frío, despiadado, insensible. Hasta que conoce a Brenna… Brenna Shane Kincaid era una joven inocente hasta que fue secuestrada —y su mente violada— por un asesino en serie (el asesino de La noche del cazador). Aunque ha podido recuperarse, ahora no puede transformarse en lobo y, además, su sentido de la maldad es tan profundo que teme poder convertirse ella misma en una asesina. Entonces es hallado el cadáver de un miembro del clan y las pesadillas comienzan de nuevo... y Judd es su única esperanza. Aunque el lado cambiante y sensual de Brenna se rebela contra la gélida personalidad de Judd, la caza de un nuevo asesino les acercará, y entre ellos nacerá un profundo deseo que amenazará no sólo sus corazones, sino sus mismas vidas...
En la Tierra futura
que nos presenta Nlini Singh, tres razas humanoides conviven en ella.
Por un lado, los
humanos, que son eso, humanos.
Después están los Psi,
una raza con poderes mentales evolucionada de la humanidad y que son incapaces
de sentir emociones. Desde su mismo nacimiento, los integrantes de esta raza
son sometidos al Silencio, una doctrina mental que les obliga a enterrar las
emociones en lo más profundo de su mente. No ríen, no lloran, no sueñan, no
odian… no aman.
Y por último, los cambiantes,
¿humanos que pueden transformarse en bestias, o bestias que pueden
transformarse en humanos? Son emocionales, agresivos, territoriales. Todo lo
contrario a los Psi. Expresan sus emociones sin ningún tipo de tapujo, les
gusta abrazarse, demostrarse el cariño y son altamente sexuales.
En las dos anteriores
novelas de esta saga, ellas eran Psi con unos poderes directamente conectados a
las emociones, por eso no cuesta nada creerse que acabarán cediendo a los
avances de sus dos respectivos cambiantes que las han reclamado como
compañeras. Pero en esta, es totalmente diferente.
Él, Judd Laurens, es
un Psi. También es un soldado, acostumbrado a mantener bien altas las barreras
conseguidas con la disciplina del Silencio, sobre todo porque sus poderes son muy
inestables y sabe que si pierde el control sobre ellos hará daño a mucha gente,
incluido a su familia.
Ella, Brenna, una
cambiante cuya mente fue violada por un Psi, es un revoltijo de emociones
contradictorias. Necesita, desea y ama a Judd aunque su animal interno no lo
haya reclamado como compañero. Él es el único en quien confía totalmente,
contándole incluso cosas de su cautiverio que no ha sido capaz de contar a
nadie más. Pero Judd no puede darle lo que tanto necesita. Y aunque no puede darle el contacto físico que la
consolaría, es el único que mantiene a raya sus demonios.
Para Judd, Brenna
significa una rotura en su disciplina del Silencio. Su mera presencia hace que
la muralla se resquebraje, que las barreras del control mental que tanto necesita
caigan una a una hasta que las emociones se abran paso. Y si eso ocurre, si
deja que la pasión y el amor afloren, su mente se romperá, y liberará, sin
quererlo, los poderes que tan cuidadosamente mantiene bajo control, causando
destrozos inimaginables.
Un amor que parece a
todas luces imposible, narrado paso a paso por la magistral pluma de Nalini
Singh, que consigue que vivamos cada momento con emoción intensa. Nos envuelve
en el aura de desesperación de Brenna y en su necesidad pura y dura; en la impoluta
frialdad rota de Judd, en su lucha por mantener el control. Pasas miedo porque
parece que esta vez el amor no logrará ganar, que las dificultades y las
diferencias entre ellos serán insalvables, porque no hay un atisbo de esperanza
en ninguna de las páginas. Lees palabra tras palabra con el corazón encogido,
necesitando que la autora te dé alguna expectativa positiva, algún indicio de
un final feliz.
Dicen de la esperanza
que es una puta, pero la falta de ella es demasiado sobrecogedor, incluso para
una simple novela romántica. Precisamente por eso conforme avanzan las
paginas te haces una pregunta temiendo la respuesta: ¿De qué manera conseguirá
la autora que los dos protagonistas acaben juntos? ¿Lo hará de una forma
paulatina para que no parezca una solución burda y artificial, salvando así la
novela? ¿O se sacará un estúpido as de la manga del que no has oído hablar en
ningún momento, estropeando así el excelente trabajo hecho hasta el momento?
Bueno, si fuese ese último el caso, desde luego no os lo diré… leedla y
comprobadlo por vosotras mismas.
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