Editorial: Random House Mondadori, DeBolsillo / Julio 2005Género: HistóricoTítulo original: Love, come to meEditorial original: Onyx/ Junio 1988
1870, Massachusetts, Nueva Inglaterra. La élite de Concord está a punto de admitir a un nuevo miembro: la joven Lucinda Caldwell, una hermosa muchacha mimada en exceso por su padre. Parece tener todo muy claro en la vida: se casará con su amor de la infancia, el hombre predestinado a convertirla en brillante organizadora de encuentros sociales. Pero no es ese el destino que la espera, sino acabar en los brazos de un caballero sureño, Heath Rayne, que, desde que la vio, no ha podido dejar de pensar en ella y de desear que su noviazgo se rompa. Y ahora que Lucinda es suya, lo único que quiere es dedicarse a ella por completo. Sin embargo, el pasado de Heath impedirá que las cosas sean tan fáciles...
Me he pasado media
novela odiando a Lucy y, cuando por fin parecía que las cosas se equilibraban,
Heath se convierte en un estúpido de tomo y lomo durante un período de tiempo y
Lucy vuelve a las andadas. Genial.
Y lo digo en serio.
Los altibajos emocionales de sus personajes hacen que se sientan reales, no de cartón
piedra. El hecho de ver ante nuestros propios ojos su evolución incesante, no
siempre para bien (y esto es importante), seduce de una forma que no he visto
en muchas novelas. Sus cambios de actitud el uno hacia el otro, y la forma en
que sus caracteres se transforman a lo largo de la novela, nos obliga a
preguntarnos de qué forma conseguirán que sus diferencias desaparezcan para
poder ser felices (al fin y al cabo es una novela romántica y ha de terminar
con un “felices para siempre”, ¿no?). Y eso es bueno porque nos mantiene en
vilo.
El pasado de Heath,
mostrado gota a gota y siempre a través de los descubrimientos de Lucy, también
es una buena manera de conseguir que nos enganchemos y mantengamos las ganas de
terminarla para saber qué se esconde detrás de este sureño y hace que, de
alguna manera, nos reconciliemos con las inseguridades de Lucy, sus celos y sus
cambios de humor.
El hecho que sean dos
personajes que provienen de dos mundos completamente distintos, en la época
posterior al término de la guerra de secesión norteamericana, ella una yanqui,
él un caballero del sur, nos ofrece dos puntos de vista sobre lo ocurrido en
ese conflicto y en los años posteriores. Poder sumergirte en el contexto
histórico siempre es un punto a favor, al menos para mí, y ayuda a comprender
las actitudes de los personajes frente al mundo y a su propia vida, aunque a
veces, por lo menos en este caso, en algunos momentos puedan llegar a ser
incomprensibles para alguien tan pragmática como yo.
El punto negativo es
lo mal aprovechados que están los personajes secundarios, sirviendo muchas
veces de meras excusas para justificar los cambios de humor de los dos
personajes principales, sobre todo Damon, el socio de Heath, y Raine, una mujer
de su pasado de la no diré nada para no estropear la tensión.
Una buena novela,
llena de sentimientos encontrados, en la que asistimos al descubrimiento que
dos personajes hacen de sí mismos a través de la tenacidad, de la voluntad de
amar y del arrepentimiento por sus equivocaciones.
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