Género: Histórico
Título original: Seize the Fire
Editorial original: Avon / Octubre 1985
Editorial original: Avon / Octubre 1985
El capitán Sheridan Drake no es precisamente lo que suele llamarse un hombre de honor, aunque el mismo Rey acaba de nombrarle caballero por el heroísmo demostrado. Para él, una princesa en el exilio con ideas revolucionarias es solo otra oportunidad más de poder robar joyas y pagar sus deudas.La princesa Olympia no es precisamente la típica "princesita" de los cuentos de hadas, sino una mujer desesperada por hacer algo importante en el mundo. Desde la ingenua visión que ella tiene de este héroe de guerra, hasta las más sombrías profundidades del corazón atormentado de Sheridan, Olympia deberá hacer frente a los demonios que jamás imaginó que existirían en sus sueños de gloria.Olympia St. Leger es una princesa que necesita a su particular caballero de brillante armadura. Sheridan Drake, divertido por la inocencia de esa mujer, engatusado por su belleza, y lo que es más importante, intrigado por su considerable fortuna, acepta el puesto de caballero protector. Y Olympia, ignorante de que ese hombre es un notorio granuja, se somete a su protección y a sus caricias.Con estos antecedentes, no es de extrañar que su amor sea un amor nacido bajo el engaño. Pero mientras las tormentas azotan los mares e intentan huir de sus enemigos, la pasión que surgió de las mentiras comienza a arder de manera incontrolable.
Laura
Kinsale siempre me sorprende.
He
de confesar que empecé a leer esta novela con un poco de reticencia porque la
protagonista es una princesa y eso... siempre me da mala espina. Pero como
estaba firmada por Laura Kinsale, tenía que darle una oportunidad.
Me
alegro de haberlo hecho.
Sheridan
Drake se sale de todos los moldes habidos y por haber. Es un caradura, un
sinvergüenza, mentiroso, tramposo, egoísta y un cobarde, incapaz de hacer lo
correcto así le vaya la vida en ello. Su única finalidad es sobrevivir, a costa
de quién y qué sea, sin importarle lo que tenga que hacer. El honor no
significa nada para él y ve como una broma del destino que le hayan dado
medallas y el título de sir por salvarle la vida a un contra almirante cuando
en realidad lo que quería era matarlo por inepto y estúpido.
Dicho
esto, creo que queda bien claro que no
es para nada un héroe, si no más bien todo lo contrario. Por eso, cuando la
princesa Olympia, heredera al trono de Oriens, acude a él en busca de ayuda para intentar
impedir que la obliguen a casarse con su tío, no nos sorprende que él lo vea
como una oportunidad de acceder a fortuna y poder sin arriesgarse demasiado.
Olympia
es una joven mujer inocente y soñadora, que ha vivido en el exilio toda su vida
y que no tiene idea de los acontecimientos que puede poner en marcha con su
idealismo político. Es confiada y noble, sin ningún atisbo de maldad, y se pone
en manos de Sheridan sin dudarlo un momento, creyendo que éste la llevará hasta
Roma, donde piensa solicitar una audiencia con el Papa para explicarle los
motivos por los cuales no debe otorgarle la dispensa a su tío para que pueda
casarse con ella.
Evidentemente,
los planes de Sheridan son otros muy distintos. Pero nada sale como había
planeado, y no porque no lo intente con todas sus fuerzas.
Desde
Inglaterra hasta las islas Malvinas, para virar y acabar en el golfo de Arabia,
atravesar desiertos y terminar en la capital de Imperio Otomano, Laura Kinsale
nos narra la aventura épica de dos personas, un hombre y una mujer,
completamente diferentes, que se embarcan en un viaje plagado de peligros,
traiciones, mentiras y decepciones, en el que ambos descubren lo mejor y lo
peor del otro y de sí mismos.
Como
si de un viaje iniciático se tratara, Olympia abre los ojos al mundo y a la
realidad, perdiendo por el camino su inocencia y su nobleza, pasando de amar
incondicionalmente al héroe de pies de barro que es Sheridan, a odiarlo por sus
mentiras y traiciones, hasta aceptarlo tal y como realmente es.
En
cuanto a Sheridan... Es uno de esos personajes que te asquea al principio, pero
que poco a poco, al ver la evolución que sufre a lo largo de las penurias que
padecen durante su viaje, acabas atrapada en sus redes.
Lo
que más me ha emocionado ha sido ver cómo, de una forma gradual y casi sin
proponérselo, Olympia es capaz de derribar todos los muros que rodean el
corazón y el alma de Sheridan. Es un hombre amargado, con un pasado lleno de
sufrimientos y decepciones, con una personalidad inconstante, capaz de cualquier
atrocidad impulsado por la ira que lo consume.
No
es una novela superficial. La complejidad de sus personajes, los cambios que
sufren a lo largo del largo año en que transcurre toda la historia, los
inesperados virajes de ésta, las sorpresas y los secretos que vas descubriendo,
hacen que te atrape sin remedio y que no puedas dejar de leer hasta llegar al
final.
Es
difícil poner en palabras todas la emociones que vives a lo largo de la
lectura, porque éstas van de un lado a otro y se transforman con cada decisión
que toman los personajes, con cada giro argumental, con cada conversación.
La
recomiendo totalmente, incluso si no te gusta la romántica histórica.
Personalmente, me parece un libro muy recomendable; Soy una seguidora de Laura Kinsale
ResponderEliminarYo la conocí gracias a Flores en la tormenta, un libro muy diferente a lo que escribe normalmente, y me convertí en fan incondicional desde entonces.
ResponderEliminarLa conocí por su libro El señor de la Medianoche, un libro que me recomendó mi hermana y la verdad, recuerdo que su portada no me inspiraba mucha confianza... Acabe por leer todos sus libros. Me gusta como relata las historias
ResponderEliminarYo no me los he leído todos aún. Voy dosificándolos para que me duren un tiempo jejejejjeje Pero el que tu dices, sí lo he hecho ya. Me encantó, aunque no le hice reseña al final. Quizá lo haga cuando lo relea dentro de un tiempo.
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