Editorial: Grupo Planeta, LaRomántica Booket / Abril 2011
Género: Histórico
Serie: 2º - Jinetes oscuros
Título original: His captive lady
Editorial original: Berkeley / Septiembre 2008
Editorial original: Berkeley / Septiembre 2008
Harry Morant quiere encontrar una esposa y dedicarse a la cría de caballos. Firmin Court es la propiedad perfecta. Pero cuando ve a la propietaria, hija de un conde caído en desgracia, sus planes se ven amenazados por la pasión que Nell despierta en él...Toda una vida de mentiras ha llevado Nell a la ruina. Obligada a vender su propiedad al veterano y atractivo soldado, rechaza el ofrecimiento de Harry de casarse para salvaguardar su patrimonio y así poder seguir con su búsqueda: un secreto que puede hacer tambalear su felicidad junto a Harry.
La primera novela de la saga, Princesa
Furtiva, no me entusiasmó; principalmente por el argumento, tan fantasioso. Una
princesa viuda de un país imaginario se escapa con su hijo, que es el heredero
al trono, porque el regente, pariente del niño, quiere matarlo para así poder
proclamarse rey. Un caballero, tercer hijo de un conde, la ayuda y acaban
enamorados y viviendo a cuerpo de rey (nunca mejor dicho) en Zindaria, ese país
imaginario con nombre de opereta.
Pero dos cosas sí me gustaron: Harry
Morant, hermano bastardo del protagonista, y Ethan Delaney, su palurdo amigo irlandés. Así que en cuanto me di cuenta que la segunda novela,
ésta de la que hablo, estaba protagonizada por Harry, me lancé a leerla.
Y no me ha defraudado.
En la anterior novela la autora te deja
claro que Harry Morant está desencantado de la vida. Siendo el hijo bastardo y
despreciado de un conde, la suya ha sido dura, y su evidente cojera, aunque no
le ha impedido servir a Su Majestad como oficial en las guerras napoleónicas,
se la ha hecho más difícil.
Sólo hay dos cosas en la vida que Harry
desea con toda su alma: poder dedicarse a la cría de caballos y tener una
familia, algo que se le ha negado durante toda su vida. Lo primero está a punto
de conseguirlo. Lo segundo está buscándolo. Y precisamente cuando se dirige a
Bath con su amigo Ethan para encontrarse con su tía, a la que le ha encargado
buscarle una esposa adecuada, es cuando conoce a Nell. Y el primer párrafo del
primer capítulo nos indica sin lugar a dudas que este hombre que no cree en el
amor, acaba de encontrar a la mujer de sus sueños.
Pero las cosas no pueden ser tan
simples, si no, ¿donde estaría la gracia?
Nell tampoco lo tiene fácil en la vida.
Su padre, un conde, acaba de morir y ella acaba de descubrir que estaba
completamente arruinado. Incluso su casa, desvinculada del título y que se
suponía que estaba a su nombre, está perdida por culpa de las deudas acumuladas
a causa del juego. Además, hay un oscuro secreto en su pasado que no puede
desvelar.
Una historia con muchos momentos
dramáticos y algunos divertidos, pero lo mejor de todo es la evolución de los
personajes a lo largo de la historia, la forma en que poco a poco, se ayudan
mutuamente a cerrar las heridas del pasado hasta que, sorpresivamente, se dan
cuenta del amor que sienten el uno por el otro. Y la tensión que acumulas
con la búsqueda de Tory, alguien muy
importante para Nell pero que no desvelaré aquí para no quitar la emoción del
descubrimiento, hay momentos en que lleva a morderte las uñas y otras a llorar
a moco tendido.
Un punto negativo. Que la historia de
amor de Ethan esté incluida en este libro. Sin dudarlo merecía su propia novela
(o por lo menos, uno de esos relatos que incluyen en antologías).
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