IMPOSIBLERupert Carsington, cuarto hijo del Conde de Hargate, es la oveja negra favorita de su aristocrática familia. Irresistiblemente apuesto, extremadamente masculino e irremediablemente imprudente, donde quiera que vaya, los problemas le siguen. Si bien es cierto que Rupert nunca se ha enfrentado a una situación comprometedora —emocional o de otro tipo- de la que no pudiera salir airoso. Hasta ahora.ESCANDALOSOAhora está en Egipto, encerrado en las profundidades de la prisión más infame que tiene El Cairo, y su única oportunidad para poder escapar es aceptar la peligrosa propuesta de una bella viuda. La erudita Daphne Pembroke quiere que él rescate a su hermano, el cuál ha sido secuestrado por un rival en la búsqueda de un legendario tesoro.Su asociación es estrictamente comercial: ella se encargará de aportar la inteligencia y él los músculos. Lo que parece bastante simple.... en teoría.INEVITABLEYa sea por culpa del sol o del abrasador calor del desierto, lo cierto es que, mientras la tensión comienza a bullir y las inhibiciones se derriten, la más disciplinada de las mujeres y el más imprudente de los hombres terminarán irremediablemente chocando de la manera irresistible posible.
Aventuras en el Egipto de principios del siglo XIX. Sólo por esto ya vale la pena leerla. Si además le añadimos la ironía que Loretta Chase desparrama por toda la novela y las personalidades de sus dos protagonistas, la única pregunta que se me ocurre es ¿por qué he tardado tanto en leerla?
Rupert Carsington no es tonto, pero le encanta hacerse pasar por tal con la única intención de provocar a Dafne Pembrooke, una mujer con una inteligencia excepcional que está convencida que no es ni guapa ni femenina, y que tiene un cerebro masculino atrapado en un cuerpo de mujer. Esa es la conclusión a la que llegó después de tiempo de oír a su difunto marido, un hombre reprimido y celoso de la superior inteligencia de su joven esposa, recriminarla con fingida paciencia e irritable condescendencia, sobre su pasión desmedida provocada por impulsos animales que deben ser reprimidos a toda costa. Según el difunto, una mujer debe cuidar de su casa y su familia, no pasar el tiempo con la nariz metida en viejos papiros intentando descifrar jeroglíficos.
Después de su muerte, y libre ya de la opresión masculina, se embarca hacia Egipto con la única misión de cumplir su sueño: descifrar el secreto de la Piedra de Rossetta y ofrecer al mundo la manera de traducir el antiguo lenguaje de los faraones. Pero estamos a principios del siglo XIX y una mujer era incapaz de hacer que el mundo académico, totalmente integrado por hombres que creían que el cerebro de una mujer es insuficiente para comprender nada más allá de los pequeños problemas domésticos, la tomara en serio. Por eso hace pasar a su hermano por el cerebro y ella se mantiene en las sombras, haciendo el trabajo que después es publicado con el nombre de su hermano.
Rupert Carsington está en Egipto trabajando en el consulado inglés, decidido a labrarse un futuro para dejar de depender de la caridad de su padre. Su forma de hacer las cosas y las innumerables veces que se ha metido en líos y acabado en los calabozos de El Cairo le han hecho ganar fama de pendenciero. Según Dafne, Rupert es un bruto descerebrado, pero como lo que ella necesita es precisamente eso, acepta su ayuda cuando su hermano es secuestrado.
A partir de ahí empiezan las aventuras. Los dos protagonistas viajan por el Nilo tras las huellas del secuestrado con el único propósito de rescatarlo, y durante ese viaje, y como es habitual en esta serie, ambos descubren que el otro no es en absoluto lo que aparenta.
Me encanta Loretta Chase. Su habilidad a la hora de equilibrar dramatismo e ironía la han convertido en una de mis autoras preferidas. Sus descripciones del paisaje Egipcio hace que solo con cerrar los ojos puedas sentir el sol del desierto sobre el rostro, o que contemples con la misma admiración que los protagonistas el paisaje milenario de las antiguas ruinas; la sofocante opresión de los estrechos pasillos bajo las pirámides, los románticos paisajes que salpican las orillas del Nilo, la magnificencia de Luxor o la grandiosidad de Tebas, desfilan ante nuestros ojos mientras somos testigos del nacimiento del romance, lleno de pasión y ternura, entre los dos protagonistas.
Una novela que nadie debería dejar de leer.
Tienes toda la razón del mundo. La he leído y ya releído un par de veces y me encanta. El héroe es uno de esos tipos inolvidables, con desparpajo, alegría, sin complicaciones mentales. Muy atractivo. Y el libro en general es ligero, rezuma humor, en fin. De lo mejor dentro del género.
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