Editorial: Ediciones Urano, Titania / Abril 2011
Género: Histórico
Serie: 1º- The My First - Dodd
Título original: Candle in the Window
Editorial original: Avon / Abril 1991
Lady Saura Roget lleva una vida de servidumbre total —su patrimonio es controlado por su padrastro, un hombre sin escrúpulos— hasta que es enviada al castillo de Sir William de Miraval, un caballero que antaño había jurado vivir y morir guerreando hasta que su mundo se vio envuelto en una agonizante oscuridad.A partir de ese momento la dama y el guerrero sucumbirán a una ardiente pasión... pero el peligro se cierne sobre ellos más allá de las paredes del castillo y muy pronto ambos se verán luchando por sus propias vidas, del mismo modo en que se rendirán a un incomparable amor.
¡Por fin! ¡Sí! Por fin una novela histórica enmarcada en la
Edad Media que es realmente fiel a la época, algo mucho más difícil de
encontrar de lo que puede parecer.
En “Una luz en la ventana” te introduces en una Edad Media
bastante oscura y real, donde el ser humano poco valor tiene, y menos si es
mujer y además, ciega. Es un lugar en el que los siervos sufren las injusticias
de los señores, donde las mujeres son un objeto de intercambio y son casadas
cuando aún son niñas.
Cada vez que me encuentro con una de éstas novelas en que la
protagonista es ya una mujer adulta pero soltera, casi me da la risa. Acepto
las excusas que ponen las autoras para justificar esa soltería, pero lo cierto
es que, en aquella época, poco podían hacer para evitar ser casadas a la
fuerza, pues ni su consentimiento era requerido, sobre todo teniendo en cuenta
que, a la primera señal que eran fértiles, ya se las consideraba aptas para
parir y ¿qué puede hacer una niña contra eso?
Un claro ejemplo presentado en la novela, es la joven esposa
de Theobald, el padrastro de nuestra protagonista, un ser mezquino y cobarde.
Aunque esta muchacha apenas aparece, es a través de ella que vemos claramente
cuál solía ser el destino de una niña-mujer en esa época en que la esperanza de
vida a duras penas sobrepasaba los treinta años. Y bien claro queda cuando
Dudley, el hermano de Saura que está en un monasterio estudiando para incorporarse
al sacerdocio, expresa con estas palabras qué se esperaba de una mujer y cómo
debían ser tratadas:
“La Madre Iglesia nos enseña muchas cosas acerca de las mujeres. Son las descendientes de Eva, todas tentadoras, y por su pecado deben someterse a sus padres y después a sus maridos. Son frívolas y ligeras de cascos, y es el deber del marido disciplinar a su esposa. Una esposa indisciplinada es una que gobierna la casa en detrimento de todos. A las mujeres no se las debe golpear con demasiado vigor, ni con una vara más gruesa que el pulgar de un hombre.”
Palabras fuertes para hoy en día. Y suficiente rollazo el que
he soltado para un post, así que pasemos a hablar de lo realmente importante en
la novela: la historia entre Saura y William.
Ambos me han enamorado sin remedio.
Saura es una muchacha de 19 años, ciega, huérfana, que está
a cargo de un padrastro zafio, cobarde y mezquino. Es una mujer fuerte, que ha
aprendido a valerse por sí misma a pesar de su ceguera, y es la castellana de
la fortaleza, haciéndose cargo de todo sin ningún problema. Pero ese hombre le
ha repetido tantas veces la misma cantinela, que no es buena para nada, una
inútil sin ningún valor, que ha llegado a creérselo. Por eso, cuando lord Peter
le pide ayuda para su hijo William, ve una oportunidad no sólo para huir de un
castillo en el que se siente atrapada, sino de ser útil.
William era un guerrero feroz y habilidoso, diestro con las
armas y de mente ágil y astuta, hasta que un golpe en la cabeza, producido
durante una refriega, lo deja ciego. En ese momento, la desesperación y la
autocompasión se adueñan de él, y sólo una mujer con el temperamento de Saura
puede sacarlo del pozo en el que ha caído.
La primera parte de la novela transcurre con un William
ciego creyendo que Saura es una matrona entrada en años que ha ido hasta allí
para hacerse cargo del gobierno del castillo. No le han dicho quién es ella en
realidad, y que sufre el mismo problema que él, por eso su actitud hacia ella
es de total rechazo cada vez que lo atormenta con sus palabras, dichas con el
único motivo de obligarlo a enfrentarse a la realidad y a dejar de lado su estado
lamentable para volver a ser él mismo. Las duras palabras que Saura le dirige
una y otra vez, las airadas contestaciones de William, y el rápido ingenio de
ambos los va acercando poco a poco. Y es la testarudez de ella que consigue
sacarlo de su ensimismamiento.
Y entonces empiezan los problemas, pues hay alguien que
quiere ver muerto a William, alguien cercano a él que está tramando una
compleja red de traiciones y emboscadas para acabar con su vida.
No voy a contar lo que ocurre después, excepto que William
recupera la visión hacia el primer tercio de la novela, algo que en cierta
forma me defraudó a pesar de esperarlo, pero que acabas comprendiendo que es
fundamental para que Saura consiga salir del caparazón en el que ha estado
escondida toda su vida.
William es el primero en darse cuenta que está enamorado de
Saura. La forma en que poco a poco, a lo largo de las páginas, consigue que
ella vaya abriéndole su corazón a pesar del miedo que siente a confiar en él, es
absolutamente conmovedor. Ver a ese hombre, grande y fiero, pelear consigo
mismo y sufrir con cada doloroso rechazo recibido, hace que lo veamos con una
ternura infinita. Y esta muchacha, que es tan fuerte y decidida en algunos
aspectos, pero tan cobarde y asustadiza en cuestiones del corazón, y que se
niega rotundamente a aceptar lo que siente.
Toda la novela es fantástica, desde las descripciones de
usos y costumbres, hasta la evolución de los personajes, pasando por lo mejor
de todo: los diálogos, llenos de vida e ingenio.
No hay escoceses, pero os aseguro que este William os
encantará.
Me he quedado impactada con la portada!!! *____* es realmente preciosa!!!
ResponderEliminarMe ha gustado tu reseña, y parece interesante la novela. Me la apunto.
ResponderEliminarHasta pronto.
Colas de Sirena: Sí, la portada es preciosa de verdad. Esos tonos azules le dan un aire como muy etéreo.
ResponderEliminarModesty: Vale la pena leerla, incluso aunque no fuese tu género preferido (a mí no suelen gustarme las novelas medievales, por los motivos que he expuesto en la reseña, y en cambio ésta me ha encantado)..
Que amables eran los hombres y Dudley muy cariñoso con las hijas de Eva! en esa época lejana!! Unos bombonazos tiernos! Lo voy a leer, me gustan todas las novelas históricas, son una tentacion...que le voy a hacer?? Aún que tengan unos ogros por el medio...
ResponderEliminarJajajjaja María, me encanta tu sarcasmo jajajaja
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