Una novela de vampiros, licántropos y dirigibles.Alexia Maccon, recientemente convertida en Lady Woolsey, se despierta a media tarde y descubre que su marido, en lugar de dormir plácidamente como todo hombre-lobo que se precie, está inmerso en una discusión a pleno pulmón de la que, acto seguido, desaparece sin ni siquiera despedirse, dejando a la pobre Alexia sola con el regimiento de soldados sobrenaturales que acaba de acampar frente a su casa, una plétora de fantasmas y una más que airada reina Victoria.Pero Alexia cuenta con un auténtico arsenal con el que defenderse: su fiel sombrilla, la moda más radiante llegada desde el otro lado del Canal de la Mancha y grandes dosis de la cortesía más afilada de todo el Imperio.
Pensé que ya había posteado esta reseña en su momento, pero resulta que no lo hice, y como que vale más tarde que nunca, la subo ahora que he empezado el tercero de la serie, "Sin culpa".
Si eres asidua de mi blog, habrás leído la reseña que en su momento hice al primer libro de esta serie, “Sin alma”, y sabrás que me encantó por su frescura, ironía y originalidad, tres cualidades que sin lugar a dudas se mantienen en esta segunda parte.
Su originalidad está bañada con una pátina de nostalgia por aquellas novelas antiguas que empezaban cada capítulo con un ligero resumen de lo que acontecerá en él, algo divertido por sí mismo ya que aprovecha para darnos una muestra de la ironía que domina sin lugar a dudas, todas y cada una de las páginas que componen esta novela.
Se mantienen la mayoría de los personajes secundarios de Sin alma (algunos de los cuales empiezan a tener una relación cuanto menos preocupante para sus allegados), aparecen nuevos (como el muy seductor y apuesto Comandante Channing Channing, de los Channing de Chesterfield, cuyo primer encuentro con lady Maccon es absolutamente memorable), conocemos una parte interesante y oculta del pasado de Conall Maccon, y todo eso mientras otro misterio sobrenatural asola Londres y obliga al ingenioso y muy bien engrasado mecanismo cerebral de Alexia a ponerse en marcha para resolverlo.
Y con un final de infarto que me dejó con la mandíbula caída, la boca abierta y un ataque de histeria.
Si te gustó el primero, éste no puedes perdértelo. Y si aún no has empezado con esta serie, sólo te diré que ya estás tardando.
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