Reseña | Flores de asfalto: el despertar | Hendelie

Cain es un joven veinteañero y autodestructivo que vaga a la deriva, sumergido en el mundo de las drogas, la prostitución masculina y los ambientes más radicales de la noche urbana. Gabriel es un maduro profesor de universidad con una colección de compulsiones y manías. Cuando sus vidas se cruzan de manera fortuita, los muros de sus mundos privados se tambalean peligrosamente.

Entre ellos surge una intensa y tormentosa relación que les empujará a enfrentarse a los enigmas de su pasado y a desvelar el misterio de una ciudad en la que nada es lo que parece.

Descubrí a Hendelie con Fuego y Acero, novela que reseñé para el número tres de la revista La Cuna de Eros, y quedé prendada de su prosa, profunda y poética, y de sus personajes, tan fuertes y vulnerables al mismo tiempo, hombres que se enfrentan al destino con la mirada llena de orgullo y a los que ningún golpe puede doblegarlos. Por eso no me costó nada decidirme a leer esta Flores de asfalto: el despertar, y no me ha decepcionado en absoluto.

Hay tres protagonistas indiscutibles en esta historia: Gabriel, el profesor de universidad maniático del orden con un pasado nebuloso, encerrado en una monotonía a la que se aferra para mantener atrapado a ese “otro yo” que lo asusta a muerte; Caín, el muchacho descarado y sensual, que utiliza las drogas para huir de un pasado lleno de dolor, y vende su cuerpo para poder subsistir; y la ciudad, un lugar oscuro y deprimente que eriza el vello desde el primer instante en que te internas en ella, y en la que nada es lo que parece.

“La ciudad era un monstruo, pero también era hermosa. Era un dragón. Un dragón con la piel de asfalto, cubierta de escamas de acero y cristal, de cemento y piedra. El dragón dorado revelaba sus verdaderos colores en el crepúsculo, se volvía rojo cuando se acercaba la noche, y en la noche destellaba con luces abisales.”

Hendelie te atrapa en esta historia desde el momento en que Gabriel encuentra a Caín, desvalido, asustado y en pleno colocón, y sin saber por qué, lo recoge y lo lleva a su casa, acogiéndolo bajo su ala. A partir de aquí, la relación entre ambos se va desarrollando como si caminaran de puntillas, dos personas que no tienen claro qué o quién son, solitarios que se mienten a sí mismos con unas vidas que dicen haber escogido.

“- Tienes que dejar todo esto. Las drogas y ese trabajo de mierda.

Cain abrió mucho los ojos. Era como un golpe en el estómago, aunque no era la primera vez que escuchaba esa frase. Pero sí la primera que se lo decía otra persona. Alguien que no era él mismo. ¿Cómo se atrevía?

- No quiero – respondió, alzando la barbilla - Es lo que he elegido. Este es mi camino, es lo que quiero hacer. Soy feliz así.

-¿Eso te funciona? Porque yo no me creo una palabra.”

La prosa de Hendelie es excepcional y sus palabras nos hacen sentir como si la historia narrada fuese la nuestra propia, viviendo cada descripción de la sofocante ciudad como si nos extrajera el aire hasta ahogarnos, las dudas de Gabriel como si fuésemos nosotros los que nos negamos una y otra vez la evidente necesidad que tenemos de Caín, y los miedos y terrores de Caín, las espeluznantes vivencias que lo han llevado hasta el borde del abismo.

“Él también era un ave nocturna de ojos pintados que extendía las alas entre la oscuridad, que danzaba entre luces de neón, que a la luz del día se convertía en nada. Apoyado en la barra, dejó su bebida a un lado y contempló el frenético baile mientras se dejaba secuestrar los sentidos por los efectos del alcohol y las drogas, con la mente perdida en su extraña poesía silenciosa poblada de plumas de pájaro.”

Absolutamente deliciosa, con unos protagonistas tan profundos y bien desarrollados que tienes la impresión que en cualquier momento cobrarán vida a tu lado,  con momentos verdaderamente duros que erizan la piel y otros excepcionalmente poéticos, como cada vez que Gabriel se pone a tocar el piano y Caín escucha, embelesado, desde el sofá.

Una historia de 10 que nadie debería perderse.

Puedes leerla gratuitamente en el blog de Third Kind Studio, o comprar la versión corregida, aumentada y con las magníficas ilustraciones de Neith.