Tras la muerte de su novio, Chloe ha perdido la ilusión de vivir y los recuerdos no dejan de atormentarla. Hasta que un accidente la deja inconsciente y todo cambia...
Cuando despierta, su pasado ha desaparecido: la joven se encuentra en un castillo, en pleno siglo XVII, donde sin quererlo se verá envuelta en una trama de conspiraciones.Usada como instrumento para una oscura venganza, conocerá a Cedric, un rudo guerrero cuya familia ha sido víctima de una terrible traición.
Aunque odia con toda su alma a ese hombre que le hace sufrir, la hostilidad mutua irá desapareciendo hasta el punto de que él dejará de lado sus obligaciones y la causa por la que lucha, y ella acabará ilusionándose con él. Y pese a que ambos intentarán resistirse, el fuego surgirá. ¿Podrá el amor triunfar sobre el destino?
Creo que esta reseña va a ser una de las más difíciles que he hecho, porque es arduo explicar todo el abanico de sentimientos a los que me he visto sometida sin desentrañar un poco de lo que acontece dentro de estas páginas, y porque aún no tengo claro si la novela me ha gustado o no. Lo que sí sé, es que no me ha dejado indiferente en absoluto.
Así que desde ya aviso que va a haber espoilers, los mínimos posibles, pero los habrá. Si prefieres no seguir leyendo, lo entenderé perfectamente.
Al principio he de admitir que me aburrió un poco. Las primeras páginas, en las que todo transcurre un tanto rápidamente y que no son más que la forma de ponernos en antecedentes para que lo que ocurrirá después no nos pille desprevenidos y sin saber a qué viene todo, quizá es un tanto confusa, pero es una parte necesaria para que comprendamos bien toda la historia hasta el final.
Chloe aparece de repente en una playa, herida e inconsciente. Sólo nosotros sabemos que viene del futuro, ni siquiera ella conoce su procedencia, pues ha olvidado todo, hasta su nombre. La familia que la acoge, noble y aristocrática, cree fehacientemente que ella también es de origen de alta cuna, pues sus manos son impecables, sin huellas de haber trabajado duro, y su educación es muy superior a la que tendría una campesina (no sólo sabe leer y escribir, sino que su mente es capaz de efectuar complicadas sumas en breves minutos). La acogen bajo su ala y con el transcurrir del tiempo, el hijo menor, Davie, se enamora de ella y le propone matrimonio.
Por otro lado, hay otros acontecimientos que en un principio no se entiende a qué vienen a cuento y conoces por primera vez, aunque casi de pasada y sin darte cuenta, a Cedric.
Esa es la parte aburrida, sobre todo para alguien que como yo, le encanta ir directa al grano, pero como ya he dicho anteriormente, es necesaria para que la historia pueda desarrollarse como debe y que sea comprensible cuando las cosas empiezan a complicarse.
Pero hay un punto de inflexión que hace que todo cambie: ocurre una desgracia, y Chloe es secuestrada. Aunque para llegar hasta aquí, ha transcurrido casi la mitad de la novela.
Chloe aparece en un castillo, en manos de Cedric, cuyo hermano mayor y dueño de la fortaleza, ha desaparecido días atrás, secuestrado. En las manos de ella está el anillo del desaparecido.
Cedric cree que ella está implicada en el secuestro y que tiene información para llevarlo hasta el paradero de su desaparecido hermano, por eso no tiene misericordia con ella, y no la cree en absoluto cuando le intenta explicar que ella también ha sido secuestrada y que no sabe nada del susodicho anillo.
Cedric la encadena, la humilla, la insulta... y así y todo, ella empieza a sentir algo por él.
Inciso.
Me cuesta mucho disfrutar de una novela si no puedo empatizar con sus protagonistas, y ponerme en la piel de Chloe ha sido harto difícil. ¿Enamorarte de alguien que te está maltratando, por muy guapo que sea? Aquí entramos dentro del terreno de la psiquiatría, y a ese trastorno se le llama Síndrome de Estocolmo. Pero la valentía de la muchacha, su decisión de no dejarse amedrentar, la altivez con la que se comporta a pesar de estar encadenada a una pared, y la forma en la que lucha contra él con las únicas armas que tiene a su alcance, que son sus palabras y una pastilla de jabón (momento realmente divertido a pesar de las circunstancias), lograron que le cogiera cariño a pesar de la estupidez de su atracción.
En cambio, el comportamiento de Cedric es perfectamente comprensible. Cree sin lugar a dudas que ella tiene algo que ver con el secuestro de su hermano, y está dispuesto a hacer lo que sea con tal de doblegarla, quebrarla, para que confiese. Pero su honor le impide hacerle daño físicamente, así que se aguanta las ganas y se “limita” a humillarla en todas las formas que puede. Llegado aquí tenemos que pensar que estamos al inicio del siglo XVII, en las postrimerías de la Edad Media, cuando los latigazos y el potro de tortura eran el pan nuestro de cada día, para que no salgan ampollas cuando afirme que las humillaciones a las que la somete, son el menor de todos los males a los que Chloe tendría que enfrentarse si Cedric hubiera sido otro tipo de hombre. Aunque he de admitir, que ha habido momentos en que me ha dado miedo...
No quiero contar nada más porque sería destripar demasiado una historia que acaba siendo absorbente hasta el final, en la que acabas viviendo los altibajos emocionales de sus protagonistas, sus miedos y esperanzas, la ira y el odio que se profesan mutuamente, sentimientos que no pueden ocultar el amor que ha nacido entre ellos a pesar de todas las pruebas a las que se someten recíprocamente, que desemboca en un final tan absolutamente inesperado que me dejó aturdida. Una historia cruda, nada amable ni edulcorada, descarnada en muchos momentos, que te mantendrá el corazón en un puño desde el mismo momento del secuestro hasta el final.
Después de todo lo leído, ¿tú que dirías? ¿Me ha gustado o no? Yo sigo sin saberlo a ciencia cierta... sólo sé que me he sentido... arrollada, sí, esa es la palabra.
Genial reseña, compi, como siempre... habrá que leerlo que me ha llamado mucho la atención!!! Xitos
ResponderEliminarAy nooooo!!!! no soporto a las protagonistas que disculpan a los maltratadores, así sean dioses bajados del Olimpo. Ahora ya no sé si leerla a pesar de que la tengo. Gracias por la reseña D. W. Nichols, pondré el libro EL ÚLTIMO DE LA COLA. Tal vez en un momento de desesperación desenfrenada decida leerlo.
ResponderEliminar¡Gracias Helen! Muaks.
ResponderEliminarAna, no puede leerse este libro desde la mentalidad del siglo XXI. Hay que dejarse atrapar por la época en la que transcurre la historia, racionalizar el contexto de todo lo que pasa y los motivos que hacen que Cedric la trate así.
Lo leo y te cuento, evidente el ritmo es lo que ha fallado. Veremos. Besitos. Comparto tu reseña, yo les digo críticas en mi página.
ResponderEliminarMe gusta tus reseñas son tan clara y precisa te dan gana de leerlo voy a tenerlo en cuenta.
ResponderEliminarMe paso como a ti, al principio no entendía tanta información y bueno como tu pienso que te guste más o menos... la historia no te deja indiferente.
ResponderEliminar¡Oh, Dios mío! Me iba a ir ya a dormir y, de casualidad, he encontrado esta reseña. Tras leerla me he quedado... no sé cómo explicarlo. Anonadada. Pensativa. Satisfecha. Sí, satisfecha, aunque haya quien piense que cómo puedo sentirme así si en ningún momento se especifica que la novela ha gustado. ¿Y? ¿Eso qué tiene que ver? Para mí es mucho, muchísimo más importante haber provocado todos los sentimientos que se describen en esta reseña, incluso llegado el punto de haber generado un conflicto en cuanto al resultado de la valoración final. Soy de la opinión que de todas las críticas se aprende, y ésta en concreto la voy a guardar a buen recaudo porque me ha encantado. Es clara, concisa, está escrita desde el respeto, con tacto, te invita a pensar... DW Nichols, has sabido desgranar, sin apenas spoilers (esto, como autora, ya te lo confirmo y agradezco), la esencia de la novela: una historia complicada de entender si sólo se pretende pasar de puntillas por ella, pero intensa y subyugante si te sumerges en sus páginas hasta el fondo. Sólo decirte que me voy a dormir feliz, con una sonrisa en la cara y una tranquilidad de espíritu... y dispuesta a mejorar día a día, porque este camino es una carrera de fondo y reseñas como ésta te incitan a seguir avanzando. Muchísimas gracias, de corazón.
ResponderEliminarPor cierto, si en algún momento consigues averiguar si te ha gustado o no, por favor, házmelo saber. Ya sea lo uno o lo otro, estaré encantada de conocer tu veredicto final.
Un abrazo,
Chus Nevado
Chus, no sabes cuánto me alegra que la reseña te haya gustado. Aún no puedo decirte si me gustó o no, lo que sí puedo afirmar es que cuando haya pasado un tiempo volveré a leerla, porque es una de esas novelas que no abundan, en que es necesaria una segunda lectura para poder captar todos los detalles que se escaparon al principio. Soy una ansiosa, lo reconozco, y aunque eso hace que lea muy rápido, también es un handicap a la hora de disfrutar de una novela como la tuya.
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte por aquí y sobre todo, por comentar.
¡Un beso muy grande!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminardeberían llevarla a la pantalla estaría espectacular en una pelicula
ResponderEliminarESPECTACULAR...esa novela me atrapó, me declaro El eslabón del tiempo de Chus Nevado de esta escritora, describe las escenas eróticas con un romanticismo que hace que los vellos se te pongan en punta...hasta casi pude sentirlos en carne propia
ResponderEliminar22 de julio de 2013 13:00
Me uno al carro de las lectoras a las que le ha encantado la novela. Es cierto que remueve los sentimientos, te emociona, sufres...y yo, a pesar de lo que comentas del trato de Cedric hacia la protagonista, acabé rendida a sus pies, y rematadamente enamorada de él, por lo que valoro mucho que la escritora haya conseguido crear un personaje como él.
ResponderEliminarEn definitiva, adoro este libro !
Magnífica reseña, felicidades a ti también !
Un abrazo !