Buuuuuf. ¿Qué puedo decir de Rura? Que fue un auténtico reto conseguir que esta mujer, que en La esclava Kisha apareció como una persona egoísta, manipuladora, malvada y egocéntrica, os llegara a caer bien. Por las críticas que voy recibiendo de su novela, La princesa sometida, puedo decir que lo he conseguido, y no solo eso, sino que habéis acabado perdonándola y convirtiéndola en el personaje favorito de toda la serie.
¿Cuál ha sido el secreto? Tener al personaje y su pasado, perfectamente definidos desde el principio de la serie. Cuando apareció como mala malísima en la historia de Kayen y Kisha, ya tenía claro cuál era el bagaje que arrastraba esta mujer, y por qué se comportaba así. No podía mostrar nada en aquella historia porque entonces perdería el efecto que quería conseguir con su novela, y os aseguro que con cada crítica que la ponía verde (¡cómo llegasteis a odiarla!) a mí me daba más y más lástima.
Creo que, de todos los protagonistas de Cuentos eróticos de Kargul que he creado hasta ahora, tanto masculinos como femeninos, Rura ha sido el más complicado y arriesgado, porque en el primer volumen hizo mucho daño, y era muy difícil de perdonar, pero el mensaje que he conseguido enviar con ella ha sido alto y claro, y muy bien recibido: no podemos juzgar el corazón de las personas sólo por sus actos, no sin conocer qué se esconde detrás.
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