Una chica de hoy en día con ropas de otra época...Elaine está entusiasmada porque su mejor amiga va a celebrar su fiesta de compromiso y los invitados deberán asistir ataviados de época. Será una noche maravillosa: trajes elegantes, vestidos deslumbrantes y la compañía de Harry. Un plan estupendo...Lo que prometía ser una velada perfecta termina convirtiéndose en una pesadilla. Harry le ha dado plantón y en su lugar, para que la acompañe, ha enviado a John... al que Elaine detesta profundamente.Es arriesgado pedir un deseo porque se puede hacer realidad...Descubrir el motivo por el que Harry no ha ido a recogerla ni se ha presentado a la cena, termina estropeándole la fiesta y haciéndole ansiar estar en cualquier otro lugar y encontrar a un hombre al que realmente merezca la pena amar.Una alineación planetaria, los anhelos de una joven decepcionada, un oportuno y maravilloso beso y un viaje para dos a través del tiempo será el inicio de una apasionante aventura.
Crítica:
No me gusta el sub género del travel time, por eso me lo pensé mucho antes de apuntarme a este book tour. Ahora, después de haber terminado de leer la novela, me alegro de haberlo hecho.
No es la típica historia de este género, en que una muchacha viaja al pasado y crea caos existencial allá por donde pisa. La protagonista, Elaine, no viaja sola, sino con su “archienemigo” John, un hombre al que no soporta y ante el cual se siente insegura, inmadura y un montón más de “ins”.
El estilo de la autora es fresco, ágil, y los enfrentamientos entre ambos protagonistas son divertidos. John es muy sarcástico, muchas veces sin siquiera pretenderlo, y Elaine está muy susceptible (vamos, que sea lo que sea que él diga, ella se lo toma a mal sí o sí). Esto último ha hecho que quizá la vea un poco demasiado histérica para mi gusto.
Pero cuando la tensión entre ambos estalla en un maravilloso y apasionado encuentro “piel con piel”, ambos empiezan a esforzarse por comprender mejor al otro. Es uno de esos amores de “te odio porque te deseo y no quiero admitirlo”.
La ambientación de la historia es magnífica. A través de las palabras de la autora nos trasladamos visualmente al Londres victoriano; los malos son malísimos (qué asco de Travis), y la protectora de la pareja protagonista, Amelia Compton, un personaje secundario que me gustó mucho por su ingenio y perspicacia.
Una novela entretenida y coherente (algo difícil en este sub género), que mezcla magia, presente y futuro hilando una historia en que no quedan cabos sueltos, narrando una historia de amor creíble y llena de ternura, que se cuece a fuego lento.
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