El año agoniza entre copas de cava,
los brindis moribundos repletos de burbujas
que arrastran la muerte lejos de mi alma.
La vida acude junto al año nuevo,
su llanto nos sorprende con olor a campana,
nace con alegría para cumplir un sueño.
El carillón sacude los últimos segundos
que caen a plomo sobre el pavimento
lleno de gente de la Puerta del Sol.
Llenos de alcohol
hasta la garganta,
borrachos como cubas
todo se borra,
gritando a pleno pulmón
abrazando al de al lado,
no lo conoces
¡y eso qué importa!
Empieza un nuevo año,
tenemos que felicitarnos,
no estamos muertos
¡y eso es gran cosa!
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