Reseña | La más deseada | Loretta Chase

"La valiente chica inglesa consigue superar todas las probabilidades en su contra y burla a los villanos”.

Ese es el titular del regreso de Zoe Lexham a Inglaterra. Tras doce años en el exótico oriente, es una increíble experta en las artes de la sensualidad y sabe todo aquello que cualquier dama que se precie no debería saber. Es un escándalo andante, sin ninguna esperanza de futuro... a menos que alguien consiga civilizarla. Lucien de Grey, el Duque de Marchmont, no es caballero de brillante armadura. Es un cínico redomado, que se aburre muy pronto de todo y un auténtico peligro para las mujeres. Las hechiza, las seduce y las termina dejando... eso sí, con unos cuantos regalos de costosas joyas para que su pena sea menor. Su buena apariencia, combinada con el dinero y su rango social, le abren las puertas a lo mejor de la sociedad. De modo que el soltero más popular de Inglaterra podría salvar la reputación de Zoe muy fácilmente... si esa belleza no le tentara de esa manera y le hiciera caer en una pasión que podría arruinarles a ambos.

Hasta ahora, ninguna de las protagonistas de Loretta Chase me han parecido convencionales o típicas. Al contrario. Pero sin lugar a dudas, Zoe se lleva la palma. Ella es el pilar central sobre el que se sustenta toda la novela.

Sensual, erótica, desinhibida, impúdica y al mismo tiempo, totalmente inocente. Una mujer que ha pasado doce años de su vida en un harén después de ser secuestrada en Egipto, pero que permanece virgen porque su “marido” era impotente. Una mujer que ha vivido durante doce años siendo una prisionera en una jaula de oro, pero a la que no pudieron quitarle lo único que la mantuvo cuerda: sus ansias de libertad y el recuerdo de un amigo de la infancia, Lucien.

Pero cuando consigue escaparse y regresar, su amigo ha cambiado mucho. Se ha convertido en alguien a quien casi no conoce. Es un libertino que no muestra interés verdadero por nada ni por nadie, el típico noble que pasa su tiempo aburriéndose soberanamente de fiesta en fiesta, de apuesta en apuesta y de amante en amante. Realmente al principio, el personaje de Lucien no nos ofrece nada nuevo. Pero Zoe, en cambio…

Las peleas entre ambos son memorables. Los raptos de genio de ella, su lengua afilada, su descaro, su rápido ingenio y sus impulsos descontrolados, hacen de Zoe el tipo de mujer capaz de romper el caparazón en el que Lucien se ha escondido, disfrazando su miedo con la indiferencia. Y ahí es cuando empezamos a ver al verdadero Lucien, un hombre lleno de ternura, asustado de atreverse a querer a alguien.

Y todo eso, aderezado con el característico humor de esta autora. 

Quizá no es de las mejores novelas de Loretta que he leído (la serie de los hermanos Carsington dejó el listón muy alto), pero sinceramente, prefiero una novela “mediocre” de esta autora a una buena de cualquier otra.