Un
deber no deseado
asumido
con turbación,
que
consume con exacerbación
el
compromiso no confesado.
Sangre
y sudor
rezuman
de mis manos.
Pasión
y dolor
siempre
empuñados.
Una
obligación aceptada
impuesta
por el honor
que
turba por el dolor
del
alma acongojada.
Sangre
y sudor
rezuman
de mis manos.
Pasión
y dolor
siempre
empuñados.
Un
compromiso odiado
desempeñado
con violencia,
desde
el nacimiento aceptado
aunque
siempre con reticencia.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDigno poema para un guerrero, D.w., o para una guerrera. Me ha recordado a unas estrofas de "El Cid",
ResponderEliminar(...) polvo, sudor y hierro,
El Cid cabalga. (...)
Me ha gustado, chica. Mucho.
Sigue así.
Pensando en un guerrero fue escrito, de nombre Kurayami, con una gran responsabilidad a cuestas.
EliminarGracias, Alexis. Bicos.
me gusta
ResponderEliminar