Pintado
de colores ocres,
silueteado
de finos perfiles,
el
líquido ambarino transgrede
la
garganta con mil alfileres.
Deja
un rastro tan ardiente
tapizando
con fuego el camino
que
al llegar a su destino
aturde
sin piedad la mente.
0 susurros a mi conciencia:
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