Una de las cosas buenas de haberme cogido unas largas vacaciones escrituriles, tanto físicas como mentales, es que tengo tiempo para muchas más cosas. De momento llevo 14 libros leídos en estos dos meses, y me estoy poniendo al día con todas aquellas películas y series que tenía pendientes y que nunca tenía tiempo para ver.
Hoy voy a hablar de tres pelis que he disfrutado como una enana.
Los guardianes de la galaxia.
No sabía qué esperar. Soy adicta a la buena ciencia ficción, y por desgracia, en estos últimos años la mayoría de películas de este género son, o unos truños cargados de intenciones filosóficas que no hay dios que las aguante despierto, o una amalgama de efectos especiales en las que, lo menos importante, es el guión.
Por eso ahora voy con mucho tiento y sin expectativas cuando me pongo frente a la pantalla, y por eso no esperaba nada de esta peli, pues es la única manera de no salir defraudada.
Los guardianes de la galaxia es divertida e ingeniosa, tiene un guión decente (¡olé, olé y olé), y sus efectos especiales son geniales. Los personajes tienen todos un punto tragicómico que consigue que los adores y que te mantengas con el ¡ay! en el cuerpo, esperando que les pase algo malo cada vez que se meten en líos, pero eso no impide que te rías a carcajadas con cada gag o estupidez que se les ocurre.
La única pega que le pongo es el malo maloso, que más que miedo da risa, aunque no estoy segura que no fuera precisamente ese efecto el que buscaban.
Drácula, la leyenda jamás contada.
Hace años que aprendí a no juzgar una película por el personaje o la historia en la que se basa; lo aprendí cuando salí del cine muy mosqueada después de ver El último mohicano, pues cualquier parecido con la novela original, es pura coincidencia.
Quizá por eso esta película me ha gustado mucho. Evidentemente no tiene ningún rigor histórico (¡si Vlad Tepes levantara la cabeza!), ni mantiene semejanza alguna con la historia de Bram Stoker. Así y todo, la película es entretenida, da una visión diferente y curiosa del nacimiento de la leyenda de Drácula, y como película de aventuras cumple con todos los requisitos para mantenerte pegado a la pantalla y aferrado al bol de palomitas.
X-Men, días del futuro pasado.
Lo primero que se me pasó por la cabeza cuando empecé a verla, fue: ¡ A Lobezno le han quitado el nido de cigüeñas de la cabeza! ¡Bien! Y me senté esperando que no fuera el truño infumable que fue Lobezno Inmortal. (Esta última no he sido capaz de terminarla. Dos veces la he empezado, y las dos veces me he quedado frita en el sofá. Decir que es aburrida, es ser muy misericordioso).
Ha estado bien. Han dado una vuelta de tuerca al universo de los X-Men de una forma brillante, para poder seguir con la franquicia recuperando todos aquellos personajes que se cargaron en las anteriores. Aventuras puras y duras, mucho efecto espectacular, drama a porrones... Quizá lo que he echado en falta son esos pequeños puntazos divertidos que tenía Lobezno de vez en cuando en las anteriores entregas. Por lo demás, la he disfrutado.
Y ahora me voy a perrear un rato. ¡Hasta la próxima entrada!
Excepto xmen las he visto todas y hace poco además, me encantaron. Los guardianes de la galaxia me pegué una panza de reír muy grande y con dracula me pareció una historia muy original y curiosa. Un saludo
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