No, no me he olvidado de Nan y su lista. El problema es que me quedé encallada en un momento de la historia porque no me gustaba cómo se estaba desarrollando. Para desbloquearme me puse a escribir un relatito corto para el blog... que se transformó el La Esclava Kisha. Ya véis cómo pasan las cosas, sin proponérselo.
Me va tan bien con Kargul y sus historias (La esclava Kisha saldrá en una colección que coordina la agencia literaria Letras Propias, cuando tenga toooda la información, ya os la contaré) que he seguido con ellas.
Pero no me olvido de Nan. La retomaré más adelante, aunque estoy pensando si presentarla a alguna editorial o qué (no lo tengo claro). Ya veremos.
La cuestión es que verá la luz sí o sí, aunque tarde más de lo esperado.
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